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Es un hecho conocido que las casas reales transmiten mensajes a través de su vestuario a pesar del estricto protocolo establecido. Las “royals” son figuras públicas y —a diferencia de las celebridades— lo que hacen, lo que dicen y (en especial) lo que visten, se considera “razón de Estado”.

E l color influye en la vida a través del armario. Los entendidos estudian el impacto de los distintos colores sobre el inconsciente y cómo afectan a las emociones y el comportamiento. Pero ¿cómo utilizan las féminas de las distintas casas reales el color a su favor? Hoy, te lo contamos en BOGA.

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Isabel II – Radiante amarillo

En el caso de la monarca más conocida del mundo, con el estilo más colorido, coordinado y versátil de todos los tiempos, los primeros años de regencia estuvieron marcados por el uso de vestidos claros, muy conservadores, pero a medida que pasaban las décadas, el color se convirtió en una necesidad.

Acostumbraba a adoptar la identidad cromática de las banderas nacionales de los países que visitaba en sus giras, un gesto que favorecía las buenas relaciones entre ambos países.

Al cumplir cincuenta años en el trono, se abrió a todo el arcoíris. La apuesta de la reina por coloridos vibrantes era una muestra de respeto por quienes se tomaban el tiempo de apoyarla en persona.

Con su baja estatura (1,62 cm), su robusta figura y su espíritu regente, los colores sólidos y brillantes que llevaba lograron transmitir la confianza y cercanía tan esenciales para la nación (incluso cuando llovía, porque su paraguas era transparente). La “abuela de Europa”, con el estoicismo británico llevado a la máxima expresión, declaraba que la vida sin colores era aburrida.

“Tiene que sobresalir para que la gente pueda decir ‘vi a la reina'”, dice SophieRhys-Jones, condesa de Wessex, en el documental “La reina a los 90” (2016)

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Sus elecciones de estilo mostraban una combinación de identidad y diplomacia. El amarillo ranúnculo, que simboliza la generosidad y la calidez, resultó -sin duda- su predilecto. 

El conjunto escogido para la misa de celebración de su noventa cumpleaños es un claro ejemplo. También lo llevó en las carreras de Ascot e incluso formó parte de su vestuario durante visitas oficiales a otros países.

Aún recordamos a la reina Letizia con el impecable abrigo-vestido en tono amarillo pastel que eligió para su primera visita oficial al Reino Unido; estaba firmado por Felipe Varela, uno de sus diseñadores de cabecera.

Ese total look logró despertar la admiración de multitud de medios y usuarios de las redes sociales que vieron en el tono amarillo un homenaje a la anfitriona de la visita.

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Máxima de Holanda – Una oda al verde

Una de las primeras en apostar por una colorida paleta —después de Isabel II y Lady Diana— es la reina Máxima de los Países Bajos. Es conocida internacionalmente como un icono de la moda por su estilo propio, rebosante de looks brillantes y audaces de sus modistos favoritos. Para ella cualquier tonalidad es acertada, aunque siente debilidad por el verde. Máxima lo ama en todos sus matices: verde esmeralda, verde menta, verde oliva, verde bosque, verde inglés, verde caqui… Así lo reveló su marido, el rey Guillermo, en una entrevista.

El verde no solo la favorece por su tez blanca, sus ojos marrones y su cabello rubio, sino que además transmite esperanza, franqueza, lealtad y empoderamiento.

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Letizia de España – Conmovedor blanco

Aunque el rojo es la tonalidad fetiche de la monarca española en diferentes eventos, el blanco hace acto de presencia en sus momentos más señalados. Esta teoría se demuestra en momentos concretos como el anuncio de su compromiso con el -por aquel entonces- príncipe de Asturias, en la proclamación de su marido como Felipe VI y en los bautizos de sus dos hijas, las infantas Leonor y Sofía.

El blanco es un color propio de las personas organizadas e independientes que actúan con lógica y sentido común.

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Kate Middleton – Royal blue

En el vestidor de Lady Diana gravitaba el azul como protagonista y la actual princesa de Gales ha recogido el testigo de este color como su favorito. Desde el anuncio de su compromiso con el príncipe William —entre otros eventos, funciones, ceremonias e imágenes oficiales— el azul es uno de sus mejores secretos (o no tan secretos) de estilo para verse impecable.

La teoría cromática afirma que este color transmite tranquilidad y seriedad y muestra a la persona que lo lleva como franca, abierta, honesta e inteligente. Durante período de la pandemia, se pudo ver a los Cambridge en repetidas ocasiones vistiendo de azul para transmitir estabilidad, paz y serenidad en tiempos difíciles. En una recaudación de  fondos para luchar contra el COVID-19, la familia al completo se coordinó en diferentes tonos de azul.

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Los fanáticos de la realeza vieron esta elección también como un reflexivo homenaje a los trabajadores de primera línea y en concreto al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, por ser este el tono de los uniformes de las enfermeras.

Su felicitación navideña del año 2017 y los dos retratos realizados por Chris Floyd en la víspera de su décimo aniversario de bodas confirman esta inclinación por todo lo cerúleo. El “efecto Kate” es un orgullo nacional con proyección mundial. Conocedora de su influencia en la moda británica, la princesa se ha convertido en la perfecta embajadora del color royal blue, tan arraigado en la historia anglosajona.

Se cree que este pigmento fue creado por un consorcio de molineros de Rode (Somerset, Inglaterra) en el siglo XVIII. Ganaron un concurso que consistía en confeccionar un vestido para la reina Carlota de Mecklemburgo-Strelitz,Carlota de Mecklemburgo-Strelitz (descendiente de una rama negra de la casa real portuguesa y casada, a los 17 años, con el Rey Jorge III) y a ella le gustó tanto su azul luminoso que pasó a conocerse como “el azul de la reina”.

La serie de Netflix Bridgerton saca a la luz a este relevante personaje histórico, aunque su verdadera biografía no sea exactamente como la retrata la serie.

A finales de la década de 1980, el World Wide Web Consortium (grupo internacional para los estándares web) denominó a este azul más brillante Royal Blue. Otras mujeres de la realeza actual se han sumado al entusiasmo por el azul e integran con exquisito gusto esta marea blue, como Rania de Jordania y Margarita II de Dinamarca.

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