
© Daniel Santalla /
Cristina & Javier. Cuando lo sabes, desde el principio
Aunque habían ido juntos al mismo colegio, no se conocieron hasta que amigos íntimos de ambos comenzaron una relación y, al coincidir en algunos planes, empezaron a salir. En un viaje sorpresa a Asturias, alojados en el Hotel Torre de Villademoros, él le pidió matrimonio. No recuerdan lo que dijeron, pero la respuesta fue ‘sí’.
La pedida de manos oficial fue en casa de los padres de la novia, en una cena cóctel para la familia y amigos. Los padres de él le regalaron una sortija con un rubí rodeado de brillantes y, al novio, los padres de ella, un reloj Tag Heuer.
La ceremonia tuvo lugar en la Parroquia Castrense de San Francisco, en Ferrol. Fue el hermano mayor de la novia, Santiago, el diácono que ofició la ceremonia.
Dado que no todos los invitados pudieron asistir a la boda por las restricciones sanitarias, decidieron retransmitirla en directo por Instagram, para familiares y amigos.
LA NOVIA
Vestido: Cortana
Alianzas: La de su abuela materna
Pendientes: Suárez, regalo de sus amigas
Tocado: Graellsia
Sandalias: Mint&Rose, regalo de su hermana
Ramo: Graellsia, hecho de lunaria
Peinado y maquillaje: Inés Posé
EL NOVIO
Traje y camisa: Camille de Le Mans
Corbata: Dr. Mutton
Gemelos: Regalo de la novia
Reloj: Tag Heuer, regalo de pedida
EL CORTEJO
Traje madrina: hecho a medida
Mantilla madrina: herencia familiar
Padrino: uniforme de gala de la Armada Española
Pajes: Teresa y Leticia
Tocados hermanas novia: Graellsia
Las invitaciones fueron diseñadas por Silvana, amiga de la novia. Los tarjetones llevaban ilustraciones del Pazo y de la Iglesia. El forro del sobre era una acuarela del lugar donde Javier le pidió matrimonio a Cristina. La decoración floral de la ceremonia y del Pazo corrió a cargo de Ai Carmiña!
La celebración tuvo lugar en el Pazo da Merced, una antigua fábrica de curtidores reformada por el arquitecto Alfredo Alcalá. De la creación de espacios en los jardines del Pazo se encargó Iria Casteleiro; “contacté con ella tres semanas antes de la boda, porque tuvimos que cambiar de formato por las restricciones y, ¡nos salvó!”, nos cuenta la novia. También se dejaron aconsejar por Adriana, amiga de la pareja y organizadora de eventos.
“Mi hermana Covadonga nos entregó un álbum que tenía fotos de todas las personas que no pudieron venir a la boda, con dedicatorias muy especiales. ¡Fue muy emocionante!”.
La música de la ceremonia la interpretó el Grupo Arko, con dos violines y un piano. La canción de entrada del novio fue A million dreams, BSO The Greatest Showman, y la de la entrada de la novia fue La musica notturna delle strade di Madrid, BSO Master and Commanders. Para la salida de la iglesia los novios escogieron la emotiva Salve Marinera y para la entrada al Pazo y al banquete, música tradicional gallega interpretada por un grupo de gaiteiros. La canción del primer baile fue La vita è Bella, de Nicola Piovani. La velada estuvo amenizada por Dj Willo.
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