Su origen se remonta a la Ruta de la Plata y es algo que podemos ver a través de los vestigios romanos hallados en su terreno. El cortijo principal data de 1615, a la vez que el Monasterio de la Orden de los Jerónimos hasta 1850, cuando pasó a la Familia Vázquez, mientras que a mediados del siglo XX fue adquirido por Marqueses de Casa Oriol. En la actualidad, es un cortijo único en toda Andalucía y está situado a tan solo 15 minutos de Sevilla y a 20 minutos del aeropuerto, para que los invitados puedan desplazarse a la boda con total comodidad.

Entre sus particularidades, destacamos la solera y la tradición andaluza que podemos ver en todos los elementos que encontramos a su alrededor; los patios, las maderas, las antigüedades, los jardines, los salones… salones aptos para eventos diversos y por supuesto para bodas en fincas.

Uno de los puntos fuertes es que cuenta con alojamiento, ideal tanto para prepararse los novios como para quedarse los invitados. También nos enamora su inmensa finca para bodas con más de 2.700 hectáreas, pudiendo reunir a muchísimos invitados en sus distintos salones y patios.

Cuidan hasta el más mínimo detalle y siempre se aseguran de que cada espacio sea perfecto para los novios. De hecho, sus más de 5000 m2 de jardín hacen que podamos disfrutar de sombra durante el verano y de una boda más resguardada en otoño e invierno, en un paisaje como de cuento de hadas. Los novios pueden alquilar estos espacios y celebrar la ceremonia, el aperitivo, el banquete y su fiesta, pudiendo hacer incluso la sesión fotográfica gracias a los múltiples rincones llenos de magia de los que podremos disfrutar.

Además, en la finca encontramos muchos quehaceres como pista 4×4, zona de aventura, cuadras naturales y culturales, rutas, piscina, jardines… Distintas opciones de ocio que combinan naturaleza, historia y tradición. El Cortijo El Esparragal está rodeado de los mejores profesionales para organizar la boda y ofrecen a los novios la posibilidad de contratar decoración, catering, iluminación, sonido…