Isabel & Álvaro. Una boda de cuento en la Ribeira Sacra

4 Ago 2022 | SOCIEDAD

Se conocieron en San Sebastián, ciudad natal de él, durante un viaje de amigos, mientras estudiaban. Tras casi 7 años de relación, este paso significa para ellos un nuevo comienzo, el inicio de una etapa que acogen con mucha emoción y todas las ganas del mundo.

L a pedida de mano fue de película. Una mañana, Isabel se despertó con una nota que decía “nos vamos de viaje”. Sin saber cuál era el destino, ese mismo día, al atardecer en la isla de Giudecca, al sur de Venecia, Álvaro se arrodilló en el puente de la Croce y le pidió que se casase con ella. Sin duda, un momento mágico.

Al volver a España celebraron una pedida de mano formal en la que Isabel regaló un reloj a Álvaro, que lució el día de la boda, y él a ella un anillo de esmeraldas a juego con unos pendientes que lució en su segundo look de novia. Isabel sabía que su boda debía ser en Galicia:

“Yo viví en Galicia hasta los 15 años. Además, mi abuelo nació y se crió en la Ribeira Sacra y le guardo un especial cariño. Que la boda fuera allí para mí implicaba que él estuviera presente ese día”.

El Parador de Santo Estevo, del siglo VI, era el marco inmejorable para celebrar el enlace.

LA NOVIA

Isabel se cambió y arregló con un precioso camisón personalizado con sus iniciales, de terciopelo en tonos nude y encaje, diseñado por Broken Basics. Durante esas horas de nervios previas a la ceremonia, recibió un ramo de flores de Álvaro con una tarjeta personalizada. Isabel eligió dos vestidos para el día de su boda, ambos a medida.

Para la ceremonia se decantó por un vestido de Jorge Vázquez que complementó con unos pendientes de la familia y una pulsera Rivière que le regalaron en uno de sus cumpleaños. Para completar el outfit eligió unos zapatos Hangisi Bride de Manolo Blahnik. Para el ramo confió en Rebeca Senra. un bouquet de rosas blancas con lazo terciopelo verde, a juego con el resto de la decoración floral.

El segundo look estaba protagonizado por un vestido de Belén Barbero, los pendientes de esmeralda regalo de pedida, estilo Lady Di, y sandalias modelo Lang, de Jimmy Choo en color plata. Del peinado y el maquillaje se encargó Xenia Tió.

EL NOVIO

El traje y la camisa del novio eran de Absolute Bespoke, corbata de Façonnable y zapatos de Lottusse. Como complemento lució el reloj de pedida y unos gemelos de plata hechos a mano en México, con las iniciales de los dos (I&A).

 

LA CEREMONIA

Para las invitaciones, la pareja confió en La invitación Shop. Un diseño en color crudo y verde inglés, a juego con el resto de decoración. “El sobre venía cerrado con un sello de lacre verde con nuestras iniciales. Al abrirlo, la solapa contenía una acuarela del Parador de Santo Estevo“, recuerda la novia.

La ceremonia tuvo lugar en el Propio Parador de Santo Estevo y fue decorada por Rebeca Senra. De la música se encargó Musical Evento. A la salida de la ceremonia, un grupo de gaiteiros acompañó a los invitados a la zona del aperitivo.

EL BANQUETE

El convite se celebró en el Parador, con sabores gallegos, del mar y de la tierra. El postre fue una creación especial que ideó para la ocasión el Chef Iván de OSI Gourmet en Ourense. “La tarta que partimos también fue realizada por el equipo de OSI Gourmet”.

De la decoración de las mesas también se encargó Rebeca Senra. Del resto se encargó Itziar, la persona responsable de eventos del Parador. “Queríamos una decoración que se adaptara al Parador y a la zona, por lo que optamos por un estilo romántico. El espacio estaba lleno de flores, lámparas araña y muchas velas. Además, al realizar la boda al atardecer, la iluminación tenía un papel muy protagonista”.

Los manteles eran de Durbanity. En la zona del aperitivo se utilizaron manteles de cuadro Vichy blancos y negros para dar un aire campestre al cocktail. Para la cena seleccionaron unos manteles color arena y servilletas de flores. Durante la fiesta llamaron la atención los manteles de color coral con estampado. Las sillas del banquete eran modelo Tiffany en color dorado, mientras que, para el aperitivo, se utilizaron sillas de bambú.

“Durante el aperitivo pinchó el DJ Alex del Toro que, aunque no suele hacer bodas, nos acompañó en ese día tan especial por ser amigo del hermano de Álvaro, Adrián. A la hora del postre actuó un grupo de mariachis y brindamos todos con tequila, uno de los momentos más divertidos de la boda. Para amenizar la noche, pinchó de nuevo el DJ Alex del Toro.

La canción elegida para la entrada al banquete fue Shed a light, de Schulz, Guetta and Codes. El baile lo abrieron con Perfect, de Ed Sheeran. Durante el baile, en el claustro del Parador, se encendieron bengalas alrededor de la pareja. El photocall era de Decovent, decorado con un neón personalizado, plumeros y vegetación alrededor.

“Uno de los momentos más divertidos se dio cuando la cuadrilla de Álvaro, de San Sebastián, nos sorprendió en la cena regalándonos una txapela para Álvaro y un pañuelo para mí con la fecha de la boda, algo que se hace siempre en el País Vasco”.

 

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