La boda de Mónica & Alberto en San Sebastián

17 Ene 2022 | SOCIEDAD

Mónica y Alberto, ambos oriundos de San Sebastián, se conocieron en la Universidad. Compañeros de clase y amigos, acabaron siendo mucho más que eso y, tras cinco años de relación, en febrero de 2020, Alberto la llevó a comer al restaurante donde, años atrás, se habían casado sus padres.

Una vez allí, pidió su mano. “La verdad que no me lo esperaba para nada, fue muy especial”, nos cuenta Mónica. Para celebrarlo, fueron a pasar la tarde a Biarritz, su lugar favorito siempre que quieren desconectar. La boda se celebró el 11 de septiembre de 2021 en San Sebastián. Ambos tenían que claro que querían casarse en la ciudad que los ha visto nacer y crecer. Para la boda, siempre habían pensado en el mes de septiembre, sus días, generalmente soleados, y su luz especial lo hacía la fecha idónea para una celebración de este tipo.

LA ORGANIZACIÓN DE LA BODA

Para la organización de la boda contaron con la profesionalidad y gusto exquisito de María Oronoz de Martina por el Norte. Una elección fundamental en el desarrollo de la boda. “¡No sé qué hubiésemos hecho sin ella!”, nos cuenta Mónica, “Fue sin duda nuestra salvación en todo el proceso de preparativos”.

Para organizar una boda es importante escoger una persona con la que conectemos y nos sintamos cómodas para todo el proceso. No nos queda duda de que Mónica y Alberto acertaron completamente, queda claro en como nos habla la novia de María, “Su cariño, profesionalidad y gusto por hacer las cosas, es impecable. A día de hoy, seguimos hablando y comentando con ella que nos casaríamos todos los años y que sin duda contaríamos con ella, una y mil veces mas.”

PELUQUERÍA y MAQUILLAJE DE NOVIA

Para el peinado de novia, Mónica confío en su peluquero de toda la vida, Marcial de Noventa Grados, un magnífico espacio que incluye peluquería y Concept Store, situado en pleno corazón de la Parte Vieja de San Sebastián. El mismo lugar donde se peinaron la mayoría de las mujeres de su familia. El peinado de novia elegido fue una favorecedora coleta baja con raya al lado y efecto ligeramente messy con la que Mónica estaba preciosa.

Para la piel no hubo dudas. La madre de Mónica tiene un reconocido centro de estética en San Sebastián, Centro de Belleza y Estética DONNA. Ellas fueron las encargadas tanto de cuidar la piel de la novia desde semanas antes de la boda, como del maquillaje del gran día. El maquillaje de novia elegido, favorecedor y natural, con el que Mónica estaba radiante, puso ligero acento en sus labios en un tono frambuesa ideal.

EL VESTIDO DE NOVIA

El vestido de novia fue obra de la magnífica diseñadora Castellar Granados. Mónica nos cuenta que quería un vestido con el que poder sentirse identificada, con el que sentirse cómoda y segura. Además, tenía varias ideas que rondaban en su cabeza desde el principio, ideas que todavía no tenían forma cuando visitó el atelier de Castellar.

“Me apetecía mucho que tuviese plisado o tableado en alguna parte del vestido”, nos relata la novia, “no tenía muy clara la manera de integrarlo y necesitaba a su vez, que su confección fuese muy ordenada. Castellar me guio y ayudó mucho a saber qué era lo que tenía en la cabeza”.

El resultado: un maravilloso vestido de novia con cuerpo tableado, mangas con volumen rematadas en largos puños con hilera de botones forrados y falda recta hasta el suelo, ligeramente entallada rematada con una bonita abertura trasera. Sobre ella, una preciosa cola desmontable, realizada también en crêpe de chine de seda natural. Un tejido ideal, para este tipo de prendas.

“Como broche final, unos gemelos antiguos de mi padre, en forma de botón en la espalda. Un homenaje súper especial”, nos narra Mónica, a quién ayudó su madre a vestirse. Una preciosa forma de tenerlo todavía más presente, a pesar de ya no poder tenerlo físicamente, en un día tan emotivo”.

LAS JOYAS Y VELO DE LA NOVIA

Las alianzas, nos relata la novia, se las regalaron sus amigas, lo cual les hizo muchísima ilusión. Se trata de unas bonitas y sencillas alianzas de boda clásicas en oro amarillo. Como pendientes, un regalo de la abuela de Mónica. Unas piezas con forma de barritas verticales de brillantes, ideales y muy acordes al estilo de todo el conjunto.

Por otra parte, sobre la coleta, acompañando el vestido, Mónica y Castellar Granados escogieron un velo de novia de tul de seda largo, que como nos describe la propia novia, “equilibraría la silueta en cuanto a volúmenes”.

LOS ZAPATOS DE NOVIA

Como zapatos de novia, Mónica escogió unas preciosas sandalias doradas, de acabado metalizado de Max&Co. Un modelo de tiras delanteras de estilo retro que contrastan con la marcada geometría de su punta y tacón columna. Una elección perfecta, moderna y sofisticada, que combina de forma magnífica con todo el estilismo de la novia. “Para el baile, lo tuve claro, unas alpargatas de Castañer”, nos comenta Mónica. Sin duda, uno de los calzados más elegidos por las novias como plan B, una opción idónea cuando los pies nos piden una mayor comodidad.

EL RAMO DE NOVIA

El ramo de novia fue un precioso bouquet de aire ligeramente silvestre. Un ramo de un único tipo flor, la maravillosa variedad de rosa inglesa creada hace aproximadamente sesenta años por David Austin y que hoy se conoce precisamente con este mismo nombre, el de su autor. En este caso, para el ramo de Mónica, obra de Izaskun de Flowers&Co, se escogieron las rosas David Austin en color blanco, acompañadas de una preciosa base de ramas verdes.

EL TRAJE DE NOVIO

Aberto, eligió su traje de novio en la magnífica casa de sastrería de caballero a medida Oteyza. Se trata de un impecable traje azul marino de tres piezas, elección hecha de la mano de Paul, quien según nos cuenta Mónica, ayudó muchísimo a Alberto en la selección de opciones. Acompañando el traje, camisa blanca clásica y preciosa corbata verde, también de Oteyza. Los zapatos, Oxford clásicos negros de Lotusse. Complementando el conjunto, Alberto, también utilizó los gemelos para rendir homenaje, en este caso a sus abuelos, luciendo un gemelo de cada uno de ellos en los puños de su camisa.

LA CEREMONIA DE LA BODA

La ceremonia religiosa se celebró en la Basílica de Santa María del Coro, ubicada también en la Parte Vieja de San Sebastián. Una preciosa basílica de estilo predominantemente barroco terminada en el siglo XVIII. La boda fue oficiada por Javier, un sacerdote profesor de ambos en la Universidad. Esto hizo que, como nos relata Mónica, la ceremonia fuese muy cercana y personal. “Tuvimos dos grandes ausencias, la madre de Alberto y mi padre, pero les tuvimos presentes en todo momento”, nos confiesa la novia. La entrada a la iglesia, Alberto la hizo con su padre y Mónica con su madre.

Para la música de la ceremonia, los novios buscaban que fuese un repertorio muy emotivo. Para ello, escogieron a un organista que junto a cuatro voces del prestigioso y centenario Orfeón Donostiarra puso banda sonora a la celebración. Sonaron varios temas de Häendel, como el Canticorum Iubilo y el famoso Hallelujah a la salida de los novios, junto con la Marcha Nupcial de Mendelssohn, así como obras de Mozart y Bach. Para el libro de testigos, un amigo de los novios preparó un magnífico dibujo de la basílica con acuarela con un resultado precioso.

EL COCHE DE NOVIOS

Como coche de novios utilizaron el del tío de Alberto, quién, de camino a la finca donde se celebraría la boda, puso a todo volumen el tema de Don McLean American Pie, “una canción que escuchaba de pequeña con mi padre”, recuerda Mónica.

LOS FOTÓGRAFOS DE BODAS y VIDEÓGRAFOS

Los encargados de las fotos de la boda fueron los magníficos Dos Más En La Mesa, sin duda, unos de los mejores fotógrafos de bodas de nuestro país. Sus fotos, no sólo son técnicamente perfectas, son artísticamente sublimes. Su manera de captar y transmitir los momentos y las emociones no dejan lugar a dudas. Difícil seleccionar solo unas cuantas. “Nos encanta el tipo de fotos que sacan, su enfoque natural, cuidado por los detalles y sus retratos en blanco y negro que son impresionantes. ¡Estamos felices con la decisión!”, nos narra la novia. Para el vídeo de la boda se decidieron por Pau de Paperlight Studio.

LA FINCA PARA BODAS

El lugar elegido para la celebración fue el Palacio de Arbaisenea, ubicado en el centro de San Sebastián y propiedad de la Casa de Alba. Una casona de estilo británico, rodeada de hiedra, en el interior de un parque lleno de hortensias y de árboles propios del norte. «Al ver el entorno tan impresionante, pensamos en crear un ambiente relajado, sencillo, pero cuidando mucho los detalles. Como si invitásemos a nuestra familia y amigos a casa y sacásemos unas sillas, unos cojines para sentarse en las escaleras, velas, flores recién recogidas y vajilla rústica”, nos cuenta Mónica.

Para completar su idea de decoración, junto con María, de Martina por el Norte contaron también, al igual que para el ramo de novia, con la ayuda de Izaskun de Flowers&Co.

EL APERITIVO DE BODA

“Nos gustaba la idea de preparar un cóctel largo y que simulase el aperitivo que tanto disfrutamos cualquier domingo de reunión familiar. Lo organizamos en la explanada frente a la casa”, recuerda Mónica, “la idea inicial era repartir por toda la zona, diferentes puestos de comida y bebida. Con las restricciones de la pandemia, finalmente no pudimos hacerlo”.

Lo cierto es que el entorno no podía ser más bonito, un ambiente idílico rodeado de naturaleza con una decoración de boda maravillosa. Se dispusieron mesas con manteles blancos y sillas de tijera de madera natural que acompañaban a los clásicos bancos de jardín. Una bonita jaima en tono beige les protegió del sol a modo de gran sombrilla, rematada con guirnaldas de bombillas. Además, como sorpresa, durante el cóctel, un amigo de Alberto, trompetista, junto con su grupo de instrumentos de viento, les tocó canciones conocidas versionadas por ellos.

Aprovechando la estructura de los tejadillos de los propios bancos del jardín, se dispusieron cordones para distribuir los tarjetones del seating plan. De los tarjetones para el mismo, al igual que de los meseros, se encargaron propios novios, ambos profesionalmente ligados al mundo del diseño. “Nos apetecía mucho integrar muy bien la decoración con el entorno. El lugar de la celebración tiene un estilo inglés y elegimos estampados del diseñador británico y maestro textil William Morris para asignar cada una de las mesas” nos describe Mónica. De las invitaciones de la boda también se encargaron los novios. “En tiempos de Covid decidimos que, en lugar de hacer invitaciones en papel, sería mucho más práctico hacer una web con toda la información para poder modificarla si fuese necesario”, recuerda Mónica.

EL BANQUETE DE BODAS

El banquete, de comida, se celebró en una gran carpa a modo de jaima en la parte trasera de la casa. Para ello, dispusieron mesas redondas en todo el perímetro de la carpa y en la parte central algunas mesas alargadas. Cubrieron las mesas con mantelerías beiges y servilletas en un bonito tono verde desvaído. Como soportes para los números de las mesas escogieron unos fantásticos sujeta-menús en forma de pies de plata y los menús fueron impresos en tela de lienzo en color natural con tinta verde a tono con las servilletas.

“Para el resto de decoración de las mesas, nos ayudó muchísimo María, de Martina por el Norte que, junto a Izaskun de Flowers&Co, combinó flores y jarrones rústicos (algunos de ellos estampados) con candelabros antiguos y velas en color miel y diferentes frutas”, nos relata Mónica. Uno de esos momentos que no se olvidan suele ser la entrada de los novios al banquete, en este caso, la novia nos cuenta “la hicimos a golpe de servilleta y por todo lo alto con la canción de Levels de Avicii. A continuación, y acompañados de Twist and Shout de The Beatles, dimos varios ramos, tres réplicas del ramo a nuestras abuelas y el ramo de novia, a mi madre”.

En el momento de su boda, Mónica y Alberto, tenían otras seis parejas con planes de boda. Para ellas dejaron en sus mesas unas bonitas láminas del artista y primo de la madre de la novia, Iñigo Aristegui de Aristegui Art. Las láminas representan la importancia del abrazo unas, y otras la importancia de remar juntos. Un detalle precioso, al igual que la importancia de ambos conceptos, puestos en valor más si cabe, en los tiempos que vivimos.

Del menú de boda se encargó el equipo de Mahercatering: láminas de gambas, bogavante y bacalao con gazpacho ligero de corales, de primero; confit lacado en su jugo y asado con cebolla glaseada y miel de romero, de segundo, y de postre sorpresa de chocolate con cremas heladas de limón verde y mango.

BAILE DE NOVIOS

La canción elegida para la apertura del baile fue Fix you de Coldplay, “es nuestra canción y lo tuvimos clarísimo desde el primer momento”, nos cuenta Mónica. Con más de diez años de experiencia organizando este tipo de eventos, Hey Mickey fueron los encargados de la fiesta al aire libre. El entorno no podía ser más bonito, el ambiente perfecto, con una iluminación fantástica para disfrutar al máximo del momento.

Las pastelerías Casa Otaegui, pertenecientes a la familia de Mónica, de una larga tradición artesanal y familiar que se remonta a 1886, y con gran reconomiento en San Sebastián, se encargaron de la mesa de postres que acompañó el baile. “¡Fue todo un éxito, no quedaron ni las migas!”, nos confiesa Mónica. Aprovechamos para deciros que, si tenéis oportunidad, no dejéis de probar su Panchineta® (o Pantxineta), su tradicional y famosa tarta de hojaldre, crema pastelera y almendras tostadas.

LUNA DE MIEL

Para la luna de miel querían viajar a EEUU pero, debido a la pandemia y el cierre de fronteras, como les ha ocurrido a muchas parejas, tuvieron que hacer un cambio y dejar ese viaje para más adelante. Finalmente, se decantaron por un roadtrip por la Provenza, Costa Azul (Francia), terminando en Portofino (Italia).

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