La boda italiana de Kourtney y Travis en clave de gótica star wedding
Esta es la tercera boda de Kourtney Kardashian y Travis Barker, tras un matrimonio secreto en una capilla de Las Vegas el pasado abril, y una ceremonia civil en Santa Bárbara -Estados Unidos- en mayo.
La socialité televisiva estadounidense de 43 años y el baterista de Blink-182 Travis Barker de 46 años se dijeron por todo lo alto sus votos de amor eterno el 22 de mayo con una celebración patrocinada por la empresa italiana Dolce & Gabbana, en la paradisíaca ciudad de Portofino. El evento sorprendió por su grandiosidad, lujo y originalidad, elevando en esta ocasión las apuestas por encima de las expectativas mas surrealistas.
La ceremonia tuvo lugar en la antigua fortaleza de Castello Brown, antes llamado Castello di San Giorgio. La pareja alquiló el complejo costero de Domenico Dolce y Stefano Gabbana para ensalzar la celebración con amigos y familiares. Entre los invitados estrella estaban Andrea Bocelli y su hijo Matteo. El tenor italiano interpretó sus composiciones más populares: Found My Love in Portofino, Can’t Help Falling in Love y Fall on Me.
La novia apareció acompañada de su madre Kris Jenner, que lucía un fabuloso vestido rosa pálido 2021 D&G Alta Moda con mangas acampanadas fluidas decoradas con plumas y lentejuelas brillantes, creando una silueta impresionante.
La novia vestía un mini vestido blanco de corsé con falda de encaje de D&G Alta Moda, inspirado en la ropa interior italiana de los 60. En el largo velo estaba bordada a mano la imagen de la Virgen María, en la línia del tatuaje dibujado en la cabeza de Travis, así como numerosos dibujos florales. Complementó su atuendo con un par de guantes de tul translúcidos y zapatos de encaje. El novio, contrariamente a sus constumbres, abandonó los atuendos escandalosos y lució un clásico esmoquin oscuro con zapatos de charol negro.
La novia apareció acompañada de su madre Kris Jenner, que lucía un fabuloso vestido rosa pálido 2021 D&G Alta Moda con mangas acampanadas fluidas decoradas con plumas y lentejuelas brillantes, creando una silueta impresionante.
La novia vestía un mini vestido blanco de corsé con falda de encaje de D&G Alta Moda, inspirado en la ropa interior italiana de los 60. En el largo velo estaba bordada a mano la imagen de la Virgen María, en la línia del tatuaje dibujado en la cabeza de Travis, así como numerosos dibujos florales. Complementó su atuendo con un par de guantes de tul translúcidos y zapatos de encaje. El novio, contrariamente a sus constumbres, abandonó los atuendos escandalosos y lució un clásico esmoquin oscuro con zapatos de charol negro.
La pareja intercambió votos entre rosas rojas y oro, y escribió brevemente en Instagram: “Felices para siempre”. La tematica gótica estuvo presente en todo momento, desde la decoración hasta los atuendos de los invitados y la novia.
El clan Kardashian llegó con toda la fuerza estética propia de sus reality shows televisivos: Kim hizo su entrada con un con un vestido de encaje negro y una cruz en el pecho decorada con piedras preciosas. La empresaria se había teñido el pelo de rubio platino para la Met Gala (donde brilló con un vestido de Marilyn Monroe). Su hija North eligió el negro para su outfit, muy ad hoc con la temática impuesta.
Khloé Kardashian se decantó por un vestido transparente de varios niveles, con hombros abiertos y detalles de encaje. Pero la atención la atraían un elegante tocado en forma de sol dorado y un bolso con cadena massiva. Completaba el conjunto con guantes de encaje.
El resto de los invitados también se dirigieron a la espectacular propiedad en el pueblo pesquero de Portofino, propiedad de Dolce & Gabbana, “una mezcla de club nocturno de los 70 y telenovela de millonarios de los 80”, como algunos medios la definen.
Descubre otras noticias sobre celebridades
¿Te gustaría que contáramos la tuya? ¡Escríbenos!
Presume de buen gusto compartiendo este artículo…