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Laura Corsini y Javier Ibáñez Fuertes. Así fue la gran boda de “La Tribu” Corsini
La famosa diseñadora de Bimani13, también prima de Belén Corsini, condesa de Osorno, daba el “Sí quiero” hace tan sólo unas semanas en una romántica ceremonia junto a toda la familia Corsini. Te contamos los detalles de la boda del verano.
Laura Corsini Santolaria debe haberse acostumbrado ya a que la presenten como la prima de Belén Corsini, actual condesa de Osorno, sin embargo, la auténtica razón de su éxito ha sido y es Bimani13, la firma de moda de invitada que lidera entre las celebridades españolas. Digna heredera del apellido Corsini, la empresaria se ha convertido en uno de los rostros sociales más populares de nuestro país y motivos no han faltado.
Nieta de aristócratas, hija de grandes empresarios, familia directa de integrantes de la Casa de Alba y, desde hace más de diez años, directora de una de las firmas de moda “made in spain” más prósperas del mercado de invitada. Lo cierto es que la historia detrás del éxito de Laura Corsini es larga y se nutre de constancia y dedicación a partes iguales.
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Laura estudió ciencias empresariales en la Universidad Pontificia de Comillas y, tras sus primeras prácticas junto a la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, decidió marcharse a París para continuar su formación en emprendimiento de moda con un máster en el prestigioso Instituto Marangoni. Aunque su verdadera devoción por la moda proviene de su éxotico viaje a Shanghái, donde, como ella misma indica, “se dejó influenciar por lo mejor de la moda asiática y descubrió un tejido mágico”.
Desde entonces la diseñadora del clan Corsini no ha parado de vestir a aristócratas, celebrities, influencers. Incluso, llegó a vestir a las royals españolas, así como a importantes personajes de la política actual como Isabel Diaz Ayuso. Bimani13, anteriormente conocido como Biombo13, ha sido su razón de ser y su éxito dentro y fuera de los negocios, su niña mimada y motivo por el que hoy se convierte en el foco de nuestro reportaje wedding.
© Laura Corsini
Fue el 11 de octubre de 2021 cuando ella misma anunció al mundo, vía Instagram, que su novio, el empresario Javier Ibáñez, había pedido su mano en Comillas. Desde entonces, muchos fueron los pequeños apuntes que se fueron conociendo del enlace que, nueve meses después, llegaría por fin al foco mediático. Se celebraría el 30 de julio de 2022, y también en el municipio de Comillas, lugar de veraneo de la novia y “uno de sus rincones favoritos del mundo” como ella misma indica.
© Laura Corsini
La ceremonia religiosa comenzaría a las cinco de la tarde en la Iglesia de San Adrián, apenas a unos kilómetros de Comillas. La ubicación no fue casual. Comillas es una localidad muy especial para Laura ya que, no solo veranea aquí cada verano, sino que, además, es el lugar donde despegó en el mundo profesional – ya que es antigua alumna de Administración y Dirección de Empresas Internacional en Comillas ICADE, gracias a cuyas prácticas entró en contacto con la empresaria que considera su primera mentora, Ágatha Ruiz de la Prada -.
La prima de Belén Corsini empezaba aquí “el proyecto más importante de mi vida, con el hombre más increíble del planeta”, como añadió en sus redes sociales pocas horas antes del enlace.
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‘Para su paso al altar Laura sorprendió a todos con un diseño único e inigualable: el vestido de novia con el que se casó su abuela Carmina en el año 1958. La historia detrás de este vestido es una maravillosa casualidad. Pocos días antes de anunciar su compromiso, como una casual coincidencia del destino, la madre de Laura encontró el vestido entre recuerdos familiares. Tras probárselo, Laura, a la que le unía una relación muy especial con su abuela materna, no dudó en casarse con él.
“Al decidir casarme con este vestido sólo pensé en una cosa: la ilusión que me haría a mí y a mi familia. Y es que la moda no sólo debería estar para el ‘qué dirán’. La moda también existe para plasmar emociones y estoy a escasos minutos de vivir el momento más emocionante de mi vida, con el vestido más especial”.
© Laura Corsini / Dos más en la mesa
El vestido de novia de Laura Corsini, herencia de su abuela, era un traje de corte atemporal. Se trataba de una pieza de cuello caja, manga francesa, cintura maraca y falda voluminosa tipo falda evasé con cola. Un clásico inspirado en el, entonces en tendencia, corte Dior que fue construido a medida para su abuela en el año 1958. Sin duda un diseño que a día de hoy sigue siendo perfecto para cualquier novia y al que fueron dedicadas más de 100 horas para conservar su estado original, repasando las costuras y reforzando el cuerpo.
© Laura Corsini
En las manos llevaba un ramo muy especial. Se trató de un arreglo floral creado por su suegro, el paisajista Jesús Ibáñez, con ramas de helechos y eucaliptos cogidas esa misma mañana por él mismo. Laura le pidió que fuera él el encargado de hacérselo tan solo unos días antes de la ceremonia y él no dudó ni por un instante.
Tras la ceremonia, los ya marido y mujer salieron de la iglesia entre vítores y aplausos de sus amigos y familiares y en un coche clásico descapotable pusieron rumbo a la celebración en el Palacio de la Torre de Comillas. Entonces sería el turno de la segunda etapa de la ceremonia, en la que, de nuevo, los trajes de Laura serían protagonistas.
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En concreto, dos fueron los diseños que lució Laura durante el convite nupcial. Su segundo diseño, esta vez sí construido de manera exclusiva para la novia, fue fruto de la creatividad de la diseñadora Fátima González. Un diseño súper especial ya que la diseñadora consiguió construirlo a partir de la mantilla que la hermana de Laura, Alejandra, vistió como velo en su boda. Pero, por si fuera poco, el valor que ya había que reconocerle a Bimani, también esta firma sería la responsable de dar forma al tercer vestido que la madrileña mostró. En este caso, un look de fiesta, repleto de lentejuelas que consistía en un vestido con una chaqueta y un gran lazo de organza en la parte posterior.
© Dos más en la mesa
El menú fue servido por el catering Deluz, de Santander, y la papelería fue diseñada por El Tintero, los mismos que crearon el de la boda de Álvaro Castillejo, sobrino de Isabel Preysler, y Cristina Fernández hace apenas un par de semanas. Pero, sin duda, lo que más llamó la atención y emocionó al gran grupo de amigas y hermanas (Ana, Alejandra y Marta Corsini) de Laura sería la sorpresa al sentarse. La diseñadora había dejado un boceto hecho a mano de los trajes que llevaban sus amigas de siempre y que habían sido diseñados por el equipo de Bimani.
© Laura Corsini
Sin duda una gran boda de la aristocracia que, como muchas otras, tampoco dejó de lado a los invitados más célebres. Desde la iglesia hasta el convite se desplegó una gran concentración de aristócratas, jet set y personas influyentes en Comillas, invitados sobre todo por la novia. Miembros de la Casa de Alba como Sofía Palazuelo, próxima Duquesa de Alba. Tampoco faltó Belén Corsini, prima y duquesa de Osuna. Así como hermanos de los novios y familiares, entre los que destacan nombres notables como sus tíos Francisco Javier Corsini -dueño de La Flamenca, una de las fincas a las que el rey Juan Carlos solía ir a cazar- o Miguel Corsini, presidente de Renfe durante el mandato de José María Aznar.
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