Marina & Carlos: cuando menos lo esperas, llega el “Sí, quiero”
REDACIÓN BOGA
Hay encuentros que parecen casualidades, pero son destino. En medio de la rutina, puede surgir algo mágico y vital: el amor verdadero.
Carlos y yo nos conocimos en el trabajo, y desde el primer momento sentimos una conexión especial. Es una persona increíble y, gracias a él, creo firmemente en los flechazos. Aunque empezamos a salir bastante tiempo después, algo en mí siempre supo que él sería parte de mi futuro.
Me pidió matrimonio en Cáceres, durante un viaje que hicimos al sur de España. Aunque ambos teníamos claro que queríamos casarnos, el momento en que me lo pidió fue completamente inesperado y muy emocionante. Hasta entonces, nunca me había planteado casarme, cómo sería mi boda ni mucho menos cómo sería el vestido. Creo que esas ideas surgen cuando encuentras a la persona adecuada, y eso fue exactamente lo que pasó conmigo. Desde que me lo pidió, toda la ilusión, las ganas y las ideas que nunca había tenido aparecieron de golpe.
La pedida de mano: un momento íntimo y simbólico
Queríamos que la pedida de mano fuera íntima y sencilla, así que organizamos una cena familiar rodeados de nuestras personas más cercanas. Durante la velada, mi padre le regaló a Carlos un reloj, y sus padres, me obsequiaron a mi con una maravillosa gargantilla.
Una organización con nuestro toque personal
Desde el principio, nos encargarnos de todos los detalles de la boda, queriendo que cada rincón reflejara quiénes somos.
A diferencia de algunas bodas, no partimos de una inspiración ni temática concreta. Nuestro objetivo principal era que cada invitado disfrutara plenamente en cada momento. Teníamos claro que queríamos diferenciar el cóctel, la comida y la fiesta, evitando el típico “todo en uno”.
Queríamos que los invitados se movieran, explorar diferentes ambientes, decorar cada espacio y sorprenderlos en cada paso.
Las invitaciones las diseñamos nosotros mismos gracias a Rafael Romero, un pintor famoso en nuestra zona, quien plasmó en acuarela todo lo que deseábamos: invitaciones rectangulares que se abren por la mitad y en las que aparecen representados diferentes momentos de nuestra relación, haciendo que cada pincelada tenga un significado especial.
La impresión, la elección del papel y el diseño interior estuvieron a cargo de Las Tintas de Mata, y fue un acierto total.
Con la ayuda de mi hermana Rebeca, las colocamos en sobres de papel transparente, cerrados con un cordón y un lacre con nuestras iniciales.
Casarse en Galicia: el azar de un 7 de octubre
Casarse en Galicia siempre implica lidiar con la imprevisibilidad del clima, por lo que decidimos organizar todo en interiores, ya que los planes B en bodas nunca me han convencido. Incluso consideramos alquilar estufas para el Pazo, pero, para nuestra sorpresa, dos días antes de la boda terminé comprando paipáis para todos los invitados, ya que resultó ser uno de los fines de semana más calurosos del año en Ferrol.
Elegimos el Pazo de San Tirso para nuestra boda casi de inmediato, ya que es un lugar único que combina todo lo que nos apasiona: tradición e historia, en un entorno típicamente gallego que nos representa por completo. Además, nos brindó la libertad de organizar y distribuir el mobiliario en las distintas estancias según nuestro gusto, lo que nos permitió dividir la celebración en tres espacios —cóctel, comida y fiesta—. Cada uno tenía una atmósfera única, diseñada para ofrecer a los invitados una experiencia dinámica y envolvente.
Para el banquete, alquilamos una carpa transparente que permitía disfrutar del paisaje típico gallego. El cóctel se organizó en el piso superior, aprovechando las distintas salas para crear un ambiente cálido y especial.
La floristería Magnolia Concept captó a la perfección nuestra visión, creando espacios llenos de magia y significado.
Un vestido, tres momentos: la creación de Sara Lage
Elegí a Sara Lage como diseñadora de mi vestido. Su capacidad para adaptarse a cada novia y su talento innovador me hicieron confiar plenamente en que ella era la elección perfecta. Sara supo entender perfectamente lo que quería y creó un diseño único que ofrecía tres looks diferentes, manteniendo siempre mi estilo.
Durante la ceremonia y el cóctel, una espectacular cola confeccionada con cincuenta metros de tul. Para la comida, al prescindir de la sobrefalda, el vestido se transformó en un diseño fluido, de corte recto y largo.
Finalmente, para el baile, recogí el vestido, convirtiéndolo en un modelo de largo tobillero con una estética inspirada en los años 70, que dejaba ver unos zapatos de Ángel Alarcón descatalogados que logré encontrar en una tienda de Palma de Mallorca.
Como el vestido ya tenía un gran protagonismo, preferí llevar pocos accesorios. Me enfoqué en los pendientes, una joya especial que fue de mi madre y cuyo diseño adoro.
Ese día me vestí en casa, rodeada de ilusión, nervios y mucha emoción, con la ayuda de mi hermana Rebeca y mis mejores amigas, Lara y Laura.
Detalles que cuentan mi historia: accesorios, ramo, peinado y maquillaje
Mi ramo fue un regalo de mis tres mejores amigos de la infancia, quienes también fueron testigos de mi boda. Quería algo natural, sencillo, pero especial, algo único que no pudiera encontrar cualquier día en la floristería de siempre. El resultado fue un precioso ramo de ranúnculos mini blancos, traídos especialmente desde Holanda y diseñado por Terra Floristería. Aunque parecía uno, estaba pensado para dividirse en dos, con la intención de regalarlo a mis mejores amigas de toda la vida durante el banquete, al compás de Fantastic Shine. Un detalle sorpresa cargado de emoción y lleno de significado.
Para mi peinado y maquillaje confié en Marina Allegue, y fue una decisión completamente acertada. Su profesionalidad, atención al detalle y la calidad de los productos que utiliza marcaron la diferencia. Como no suelo ir a la peluquería ni usar mucho maquillaje en mi día a día, quería algo sencillo y natural que se adaptara perfectamente a mi estilo y al diseño del vestido. Elegimos un moño bajo clásico y un maquillaje suave que, a pesar de los besos y abrazos, se mantuvo impecable durante toda la celebración, sin necesidad de retoques.
Elegancia y tradición: el look del novio
Carlos eligió lucir su uniforme de gala del Cuerpo Militar de Intendencia de la Armada, una elección que simbolizaba su historia personal, su orgullo profesional y la tradición que lo acompaña. Completó su atuendo con unos gemelos de plata, regalo de sus padres que guarda con gran cariño, y el reloj de pedida de la firma Maurice Lacroix, detalles cargados de simbolismo y elegancia.
La ceremonia: una unión llena de simbolismo
La Iglesia Castrense de San Francisco, en Ferrol, fue el lugar elegido para dar el “Sí, quiero”. Carlos, acompañado de su madre, entró con la canción de Cantares de Serrat, mientras esperaba que mi padre y yo llegásemos, en este caso en un Rolls Royce Silver Shadow plateado, el mismo coche en el que ya casados, partimos hacia el Pazo.
Al llegar al templo, entramos con River Flows in You, una de las piezas más emocionantes del pianista y compositor surcoreano Yiruma, una melodía que marcó el inicio de un momento cargado de sentimiento y simbolismo.
La ceremonia, oficiada por el sacerdote César Carreño, brilló por sus palabras cercanas y emotivas, que lograron conectar con todos y transmitir el profundo significado del día, dejando un recuerdo imborrable lleno de espiritualidad y amor.
La selección musical en directo convirtió cada instante en algo inolvidable, acompañando cada momento con melodías cuidadosamente elegidas que fueron el complemento perfecto para un día tan especial.
Un menú para recordar
La celebración gastronómica fue cuidadosamente organizada con el apoyo de Noemí, de Catering Josmaga.
Para el aperitivo, aprovechamos las distintas salas para ofrecer estaciones de comida en vivo, como quesos, tortillería, pulpo, jamón ibérico al corte y tiradores de cerveza; en otras, mochis de sobrasada, cerezas de foie grass, pan bao de chicharrón y queso de Arzúa, tartar de salmón y rocas volcánicas de bacalao.
El menú comenzó con lubrigante acompañado de láminas de aguacate y tartar de mango, seguido de un sorbete de manzana verde. Como plato principal, se sirvieron medallones de solomillo tournedó Rossini con canutillos de setas y foie grass. Para el postre, una deliciosa costrata de frambuesa con helado fue el cierre perfecto.
La tarta nupcial, de dos pisos, completamente blanca y de diseño sencillo, reflejaba nuestro gusto por la elegancia minimalista.
Además, preparamos una mesa dulce diseñada por mí y una barra de cócteles a cargo de SweetSoul Coctelería que fue todo un éxito y conquistó a todos los invitados.
La música: el alma de nuestra celebración
El cóctel estuvo amenizado por Fausto Escrigas al saxofón acompañado de un guitarrista, logrando un ambiente realmente único.
La entrada al banquete fue puro entusiasmo. Fausto Escrigas, saxofonista ferrolano, arrancó con los primeros acordes de Será Porque Te Amo, logrando captar las miradas cómplices y el calor de quienes más queremos. Fue un instante tan sencillo como inolvidable.
Para el banquete, quisimos algo único: cada invitado eligió una canción en el momento de confirmar su asistencia, y esa playlist personalizada acompañó la comida, logrando que cada persona se sintiera parte de nuestra historia.
El primer baile nupcial, en el atrio del Pazo, permanecerá siempre en nuestra memoria. Al compás de Always on My Mind de Elvis Presley, compartimos con nuestros padrinos un instante único y lleno de significado. Después, FumaYama tomó el relevo con SPNB de Iván Ferreiro, llenando el aire de magia y emoción. Más tarde, el Dj. Marcos, de Aymán, se encargó de mantener la pista llena hasta el final, dejando en nuestros invitados un recuerdo tan vibrante como inolvidable.
Detalles que marcaron la diferencia
Cada detalle de nuestra boda fue pensado para transmitir cariño y gratitud. Preparamos detalles personalizados para todos los asistentes, acompañados de tarjetas de agradecimiento escritas a mano para cada invitado, y entregamos a los padrinos, el padre del novio, nuestros hermanos y amigos cercanos. También quisimos realizar una donación a AEAL en memoria mi madre, fallecida de cáncer hace quince años, un gesto cargado de significado para honrar su recuerdo en un día tan especial.
En cada mesa colocamos cámaras desechables y juegos como el de “capitán de mesa” para asegurarnos de que el ambiente fuera animado en todas ellas, algo que los invitados demostraron con creces.
No podía faltar un photocall diseñado por Retrátate eventos, donde los invitados crearon recuerdos llenos de humor y espontaneidad.
Y así, con cada pequeño gesto, logramos que nuestra boda no solo fuera una celebración, sino un viaje emocional inolvidable para todos los que estuvieron con nosotros.
Sumergidos en la magia de Indonesia
Nuestra luna de miel en Bali y la isla de Sumba, organizada por Adriana de Just Go Travel, fue un viaje totalmente personalizado, donde logramos desconectar por completo de la rutina y sumergirnos en la fascinante cultura de Indonesia. Una experiencia inolvidable, especialmente nuestra estancia en Nihi Sumba, un auténtico paraíso que superó todas nuestras expectativas
Fotografías: Daniel Santalla
Cuestionario Proust para la novia
¿Lo más difícil de organizar?
Nada. Toda la organización fue maravillosa. Disfruté cada paso del proceso, de principio a fin, y no dudaría en repetirlo una y otra vez.
¿Lo más emotivo?
Entrar en la iglesia del brazo de mi padre y encontrarme con Carlos esperándome en el altar, rodeados de las personas que más queremos.
¿Algo inolvidable?
Cada instante, empezando por nuestra fiesta de preboda la noche anterior.
¿El momento más emocionante?
Despertar esa mañana y sentir que, por fin, había llegado nuestro día.
¿Lo más divertido?
La fiesta después del banquete…. no dejamos de bailar ni un segundo, y al día siguiente todos teníamos agujetas como si hubiéramos corrido una maratón.
Llamó la atención…
La belleza del lugar de la celebración y la impecable organización de cada detalle no pasaron desapercibidos.
A los invitados les gustó…
Todo. Incluso hoy, los invitados siguen recordándome lo increíble que fue la boda: divertida, con una comida deliciosa y llena de momentos especiales, donde se percibía que estábamos relajados y disfrutando de cada segundo.
¿Te gustaría que contáramos tu boda? ¡Escríbenos!
Presume de buen gusto compartiendo este artículo…