Marita & Suso, un amor caído del cielo
Se conocieron en una fiesta (una a la que él no estaba invitado) presentados por sus madres. Fue la madre de él la que pensó que harían un bonita pareja y el instinto no falló. Se pasaron toda la noche bailando y se prendió una llama que no habría de apagarse jamás.
La boda se celebró en la iglesia de Santiago de Vigo, la parroquia de los abuelos de Marita que tantos recuerdos bonitos le trae. La ceremonia la ofició Don Juan Suárez, amigo de la familia.
Hubo pedida con nuestras familias, él me regaló un anillo de diamantes y esmeraldas y yo a él unos gemelos de oro blanco con nuestro logo”
El banquete tuvo lugar en la casa de verano de los abuelos de la novia, donde veraneó toda su vida con el resto de su familia, “es un lugar con una carga sentimental muy fuerte”.
Fue una boda temática inspirada en el Camino de Santiago, donde las mesas estaban colocadas alrededor de la principal (Catedral) como los Caminos inglés, francés, portugués, sanabrés, del norte y extensión a Finisterre. “Es muy importante para los dos, siendo el colofón el final del inglés, donde hubo la propuesta de matrimonio”.
LA NOVIA
Vestido: Navascués
Alianzas: Joyería Aguayo
Pendientes: Joya familiar, los mismos que lucieron su madre y abuela el día de su boda
Tocado: La Unike Novias
Zapatos: Just Ene
Ramo: Floristería Augaluz
Peinado y maquillaje: Marta Saiz
EL CORTEJO
La madrina lució vestido de Tita Trillo Milano; el padrino, traje de Sastrería Juan Moreno y un pañuelo, regalo de la novia en que se podían leer las iniciales de ella M.M.
Los pajes lucieron trajes de Teresa y Leticia, el fajín de los niños y la pañoleta de las niñas era de Liberty y las alpargatas de Pasitrote.
LOS DETALLES
Catering: Casa Solla
Mesa dulce: galletas personalizadas de Cordon Bleu
Organización: Iria Campos
Decoración floral: Floristería Augaluz
Dj: Dj Erasun
Música de entrada al banquete: La marcha Radetzky
Coche: Citroën Clásico
Luna de Miel: Jordania y Maldivas organizada por Viajes Quenlla
Como detalles para los invitados, a la madre de la novia se le ocurrió pintar conchas de vieiras a mano. “Mi hermana, mi madre y yo estuvimos pintando las conchas durante todo el año y mi suegra escribió por dentro nuestras iniciales y la fecha de la boda”, apunta Marita.
Las invitaciones fueron un regalo de una amiga de la novia. Eran color beige claro con letra inglesa en color verde. De estilo clásico, con una acuarela pintada por la madre del novio, Delia Ávila, de la casa de los abuelos de Suso.
Al caer el sol hubo fuegos artificiales en la playa.
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