© Getty Images /

Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik, la gran boda griega

25 Ago 2022 | REALEZA

El 25 de agosto de 2010 se celebraba la primera boda real griega tras cincuenta años sin que un miembro de la familia real de Grecia pudiese contraer matrimonio en suelo heleno.

©

©

Nicolás de Grecia y Dinamarca conocido entre sus primos como “Greek Nicky” es el tercer hijo del ex rey griego Constantino II de Grecia y Ana María de Dinamarca. Su nacimiento no pudo ser en Grecia, se produjo en Roma, donde su familia residía en el exilio desde 1974, año en que la monarquía fue formalmente abolida por referéndum.

Tras vivir un tiempo en la capital italiana, la familia real se trasladó a Londres, donde nacerían los hermanos Teodora y Felipe. Nicolás estudió con tutores griegos y en el Hellenic College de Londres, fundado por su padre. Después, acudió al Collingham Tutorial College en Kensington. Tras licenciarse en Relaciones Internacionales por la Universidad de Brown, fue teniente de los Royal Scots Dragoon Guards regimiento de caballería del Ejército británico. Se mudó a Nueva York como productor de Fox News y regresó a Londres en 1995, para trabajar como banquero

En el año 2003, durante unas vacaciones en la estación suiza de Gstaad, su cuñada Marie Chantal de Grecia le presentó en el club Gringo a una bellísima rubia de origen venezolano, relaciones públicas y consultora de publicidad para la diseñadora neoyorquina Diane Von Furstenburg en Londres.

©

Desde aquel encuentro no volvieron a separarse. Nicolás dejaba así atrás algunos breves romances, como el que tuvo con la modelo Elle MacPherson. Llevó su relación con Tatiana en secreto, mientras los mentideros del corazón apuntaban a un supuesto romance con la heredera de la corona sueca, Victoria.

Durante las Olimpiadas de 2004 en Atenas, Nicolás regresó a la tierra de sus antepasados con Tatiana de la mano; cinco años después, anunciaban en el Club Náutico Griego de Atenas su compromiso oficial con un anillo coronado por un hermoso zafiro que perteneció a la reina Ingrid de Dinamarca.

Como era de esperar, la familia real griega estaba encantada de contar con otro miembro con un estilo único y una clara visión del mundo; una mujer culta, encantadora, elegante, carismática, bella y con un porte aristocrático innato. “Nicolás y Tania salieron durante cinco años”, dijo por aquel entonces la madre del novio, Anna-María, “cuando mi hijo presentó a nuestra familia a su novia, ella me pareció una mujer con mucha personalidad. Mi marido, después de la cena, comentó que es la particularidad, la belleza y la gracia lo que hace que una mujer sea una princesa”.

©

Tatiana Ellinka Blatnik nació el 28 de agosto de 1980 en Caracas, aunque se crió en Suiza, donde estudió en un internado. Se licenció en Sociología por la Universidad de Georgetown. Su padre, Ladislav Vladimir Blatnik, era un húngaro judío que llegó de niño a Venezuela huyendo de la represión nazi y se convirtió en un playboy millonario gracias a una conocida fábrica de zapatos que lo llevó a ser catalogado como “El Rey del Calzado”. Tuvo muchos amores entre los que se encontraba la actriz Natalie Wood, con quien estuvo a punto de casarse.

Pero con quien finalmente se casó el industrial fue con Marie Blanche Bierlein, descendiente de Guillermo II de Hesse-Kassel. Con ella tuvo dos hijos: Boris y Tatiana. Acusado de corrupción, Ladislav se suicidó en 1986 cuando Tatiana tenía sólo ocho años. Marie Blanche Bierlein, ya divorciada de él por aquel entonces, se volvió a casar, con el venezolano Atilio Brillembour, una de las primeras fortunas en Venezuela. 

©

© Tatiana Blatnik 

©

En el verano de 2010 los griegos recibieron a su nueva princesa con cantos y laureles. La pequeña isla de Spetses, al sur de Grecia, de 22 kilómetros cuadrados de extensión, pavimentada con guijarros blancos y negros que conducen al mar y apenas cuatro mil habitantes, se convirtió en el centro de la prensa rosa internacional. 

El enclave fue elegido por el novio por su cercanía a Porto Heli, una población turística en la costa del Peloponeso en donde Constantino y su familia se refugian cada verano gracias a la generosidad de un armador griego que les cede su mansión sobre el mar; pero también por ser el lugar que tenía enfrente cuando, nervioso y torpe, le declaró su amor a Tatiana en la cubierta de un yate. 

La iglesia de Agios Nikolaos estaba desbordada por 270 periodistas, fotógrafos y videógrafos de todo el mundo siguiendo la jornada en vivo. 

© Cyltv.es

©

El sol, el olor a mar, las casas encaladas de blanco y la brillante pasarela de casi 380 invitados formada por representantes de las diferentes Casas Reales europeas e íntimos de los novios, daban vida a la película Mamma Mia en clave royal.

Los habitantes de la tranquila isla griega de Spetses no sabían si la celebración de la boda entre el príncipe Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik era una bendición del cielo o una venganza de los dioses. El paraíso solo conocido hasta entonces por los turistas griegos acaudalados se hacía popular gracias a la celebración. Constantino, cuya presencia en Grecia es tolerada por las autoridades, provoca indiferencia entre los griegos, motivo por el cual los ciudadanos de Spetses estaban más interesados en ver a los ilustres invitados a la boda que a la familia del novio.

Nicolás llegó a la isla en el barco familiar Afroessa desde Porto-Heli acompañado por sus padres y escoltado por la policía local y la guardia costera. Una vez en tierra, esperó a su prometida junto a todo el cortejo frente a la iglesia, engalanada con banderas del país heleno.

©

Para el enlace lucía un clásico chaqué de color gris perla con chaleco a juego, camisa blanca, pañuelo blanco y corbata azul. Los pajes y damitas, nietos de los Reyes de Grecia, iban vestidos de blanco y esperaban impacientes de la mano de sus padres; eran María Olimpia, Konstantinos, Achilleas, Odysseas y Aristide (hijos de Pablo y Marie-Chantal Miller), Arrietta, Ana María, Carlos y Amelia (hijos de Alexia y Carlos Morales). Las seis hermosas damas de honor, amigas cercanas de la novia, llevaban vestidos palabra de honor de lentejuelas en varios tonos turquesa del Egeo.

Siguiendo con la tradición isleña, la novia – acompañada por el padre del novio- salió del hotel Posidonio en dirección al monasterio en una calesa, transporte típico en Spetses dado que el uso de coches está restringido.

©

©

Tatiana eligió un vestido en tono marfil, acorde con la moda de su país, confeccionado por el diseñador venezolano Ángel Sánchez, muy reconocido entre la jet set estadounidense.

De corte clásico, escote palabra de honor con el cuerpo drapeado y una impresionante falda de diseño evasé confeccionada con chantilly francés, todo ello decorado con delicados bordados con pequeños cristales y una vistosa cola de más de cinco metros que las damas de honor tardaron varios minutos en enderezar.

Para completar su look nupcial, escogió la misma tiara que llevó su cuñada Marie-Chantal en su boda, conocida con el nombre de Corsario, una pieza simbólica y con mucho peso dentro de la familia real de Grecia que había pertenecido a la familia real sueca.

La minúscula iglesia sólo tenía cabida para veinte o treinta personas por lo que el resto de los invitados debieron seguir la ceremonia en una especie de claustro adyacente donde se habían instalado sillas plateadas y grandes pantallas. Una vez finalizada la ceremonia, Nicolas y Tatiana -convertida a la religión ortodoxa- salieron de la iglesia de la mano entre aplausos y sirenas de barcos. La pareja entusiasmó a la multitud que esperaba la salida de los nuevos príncipes besándose frente a la iglesia.

Todos los invitados se dirigieron a la mansión que perteneció a Ioannis Koutsis, un aristocrática griego, armador y pintor de temas marinos. La finca privada al borde del mar fue acondicionada por la empresa Ekali Cluben, encargada de la organización y el catering; se instalaron dos carpas, una para la cena y otra para la fiesta posterior. El cantante Elton John que se encontraba en Spetsopula, una isla privada cercana, propiedad de la familia Niarchos, fue uno de los ilustres invitados y ofreció un concierto; los asistentes corearon sus canciones a la luz de la luna. 

©

Tras una temporada en Londres, Nicolás y Tatiana se mudaron a Atenas en el 2013. Alejados de la agitada vida social de su cuñada Marie- Chantal, así como de los numerosos actos en los se prodigan los herederos de la corona, los príncipes Pablo y Tatiana llevan una vida sencilla y tranquila.

La princesa disfruta ir al mercado y comprar productos griegos. Su gusto por la cocina la ha llevado a publicar su primer libro de recetas “A Taste of Greece”, donde revela además el amor por la cultura, el estilo de vida y la cocina griegos.

Personalidades conocidas de todo el mundo como Tatiana Santo Domingo, Margaret Atwood, Arianna Huffington, y Valentino Garavani han proporcionado a la princesa Tatiana de Grecia y a Diana Farr Louis sus recetas y platos helénicos favoritos, revelando sus historias personales y su apego a Grecia. Este libro está creado en colaboración con la ONG Boroume.

En Instagram es bastante activa y muestra que es amante del mar, la naturaleza, los animales y la vida sana. Cuando acude a las galas de las distintas causas sociales en las que está involucrada luce vestidos sofisticados de grandes diseñadores como Carolina Herrera, Celia Kritharioti, Erdem y Gucci.

¿Te gustaría que contáramos la tuya? ¡Escríbenos!

Presume de buen gusto compartiendo este artículo…

Pin It on Pinterest