© Zuhair Murad  /

Desde la realeza hasta las celebridades, el velo, accesorio omnipresente en las grandes ocasiones, regresa con fuerza para la nueva temporada, impregnando de sofisticación y misterio los looks de las invitadas más elegantes.

E

n tiempos no muy lejanos, era impensable hablar de la elegancia femenina sin mencionar el velo como un componente esencial del atuendo. Un tocado era más que un accesorio; era un símbolo de estatus social, y salir de casa sin él podía percibirse como una falta de atención al detalle. Sin embargo, en la actualidad, este adorno con redecilla ha evolucionado para convertirse en una pieza especial y versátil.

Con la temporada de celebraciones, bodas y diversos eventos en pleno apogeo, es el momento de seleccionar un tocado que no conoce límites de edad, sino que se define únicamente por su estilo. Desde las elegantes amazonas del siglo XIX, cuyos tocados complementaban a la perfección sus sombreros de copa, hasta las modernas influencias como las propuestas de Galliano en su etapa en Dior o los diseños atemporales de Coco Chanel, la historia del tocado es rica y variada.

En la actualidad, el tocado con redecilla, asociado con eventos sumamente especiales, se ha transformado en un accesorio que fusiona lo “royal” con lo “vintage”, aportando una nota distintiva al conjunto, llena de personalidad y en sintonía con las tendencias más actuales. Envuelto en un aura de misterio, este accesorio, que fue el favorito de la Princesa Diana de Gales en las décadas de los 80 y 90, ha influido en el estilo de Kate Middleton, quien ha sabido adaptar con gracia las tendencias de su icónica suegra.

Diseñadores como Dolce & Gabbana y Richard Quinn han presentado propuestas que incluyen este accesorio en diferentes estilos y formas, desde velos clásicos de tul hasta reinterpretaciones más modernas y vanguardistas.

Llevar un tocado con redecilla es una opción elegante y sofisticada para eventos especiales como bodas y celebraciones importantes, especialmente cuando se busca añadir un toque de distinción y elegancia, según lo indique el código de vestimenta.

Para lucirlo con elegancia, asegúrate de que esté bien sujeto para evitar movimientos durante el evento. Colócalo ligeramente inclinado en la cabeza, generalmente hacia el lado derecho. Puedes optar por un modelo corto que cubra solo los ojos o uno más largo que llegue hasta la barbilla. Se recomienda llevarlo por debajo de los ojos y la nariz, evitando que cubra la boca para mayor comodidad al comer o beber.

Recuerda que, aunque existen pautas generales, lo más importante es que te sientas cómoda y que el tocado refleje tu estilo personal.

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