Sabela & Alberto: el primer amor, el amor eterno.

7 Oct 2024 | LO ÚLTIMO, SOCIEDAD

REDACIÓN BOGA

Se dice que el primer amor es el camino que, a veces, dejamos atrás, aquel que debemos soltar. Sin embargo, esta historia nos invita a reconocer que el destino siempre tiene planes inesperados.

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abela y Alberto forjaron un vínculo inquebrantable desde la infancia, durante los veranos en Villapodambre, un pequeño pueblo en León. Sus familias, profundamente arraigadas en el pueblo leonés, se reunían en esas fechas, lo que permitió que Alberto, de León, y Sabela, de Ferrol, se encontraran en casa de sus abuelos. Allí, compartían juegos, risas y el despertar de un amor que los marcaría para siempre.

A pesar de la distancia, su amor era firme. Las visitas a Villapodambre eran sus momentos favoritos: fines de semana, Semana Santa y los largos veranos. En cada encuentro, se fortalecía su vínculo. Un primer amor crecido en un ambiente de cariño y familiaridad.

Un anillo, un reloj y una promesa eterna

Después de ocho años, el destino los reunió de nuevo. El 26 de diciembre de 2020, en un atardecer en el Monte Pequeno do Cabo Prior – Ferrol-, Alberto sorprendió a Sabela con un anillo. Ella, emocionada, le regaló un reloj, símbolo de los momentos compartidos y del tiempo que aún les quedaba por vivir juntos. Aunque la pandemia retrasó su boda, en 2022 su amor se afirmó con la llegada de Antón, llenando sus vidas de felicidad.

La unión en un marco perfecto

El Pazo Libunca fue el lugar elegido. Sus jardines, llenos de flores y romanticismo, fueron el escenario ideal para la ceremonia civil y el banquete.

“La noche antes de nuestra boda fue muy especial. Estuvimos rodeados de nuestros seres queridos en una celebración íntima que nos llenó de emoción. Fue el preludio perfecto para lo que sabíamos que sería un día inolvidable”, recuerda Sabela.

Sabela & Alberto BOGAMagazine

Un vestido, dos estilos:  magia en mi gran día

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“El vestido que llevé en la boda fue de Boüret, diseñado por Vanessa Datorre. Era un vestido dos en uno: un lencero de crepé con dos aberturas y la espalda al descubierto, combinado con un sobrevestido de tul de plumeti con mangas abullonadas o bubble. Para el baile y la fiesta de la noche, me quité el sobrevestido y me quedé con el lencero.

Tenía claro que quería un diseño de Vanessa porque sus vestidos me parecen una maravilla, llenos de personalidad. Fue un orgullo llevar un diseño hecho en Galicia. Buscaba algo que me identificara, que mantuviera mi esencia y naturalidad, y que, además, me hiciera sentir súper cómoda para disfrutar al máximo del día. Y así fue; no pudo ser mejor”.

Detalles que marcaron el día

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Para mi alianza y los pendientes, elegí las creaciones de M de Paulet. Para el baile y la fiesta, me quedé solo con el vestido lencero, añadiendo un toque especial: una gargantilla tipo choker también de M de Paulet y la pulsera de pedida de mi madre. Completé el look con unas sandalias minimalistas color crema de Saint Laurent.

Calas con historia: un ramo que une pasado y presente

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“El ramo fue de la floristería Médula. Elegí calas, mi flor preferida, que me trae recuerdos de mi infancia, ya que, en Cobas, el lugar de origen de mi abuela materna, siempre había muchas. Al día siguiente, Alberto y yo fuimos al cementerio para llevarle el ramo a mi abuelo. Tenía mucha ilusión de que llegara el día de la boda, y quería que él estuviera presente en mi corazón”.

La magia de la naturalidad

Marina, mi estilista de confianza del Salón Marina Allegue, fue quien se encargó de mi maquillaje. Ella sabía que quería mantener mi esencia, con un look muy natural y un recogido bajo, como el que suelo llevar.

Como era de esperar, llegó a primera hora de la mañana al pazo para preparar a la madre de Alberto y a mi madre antes de que comenzara el gran día”.

Un legado familiar: el reloj como protagonista

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“Alberto llevó un chaqué azul marino de Ch Conty Chaques. La corbata era azul marino con topitos blancos, también de Ch Conty Chaques. Completó el conjunto con una camisa blanca y zapatos negros de Massimo Dutti. Además, llevaba un reloj Seiko, como recuerdo de su abuelo fallecido y la alianza de mi abuelo, también fallecido el año anterior de la boda”.

Un derroche de estilo: las invitadas más especiales

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La madre de Alberto, Begoña, llevó un vestido del diseñador Nacho Bueno y zapatos de Hispanitas.

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“Mi madre, Margarita, se vistió con un caftán de crepé negro con flecos de Taller Marmo, junto con zapatos y bolso de Saint Laurent y pendientes de Carolina Herrera.

Pajes y anillos: el encanto de los más pequeños

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“Alberto entró en la ceremonia con nuestro hijo Antón en brazos y acompañado de su madre. Los anillos fueron entregados por Antón, que tenía un año y medio en el momento de la boda y fue vestido por Mia y Lia. También estuvieron presentes los pequeños pajes: nuestra sobrina Claudia, de dos años y medio, y nuestro ahijado Martín, de cuatro años”.

Coincidencia o destino: el mejor ‘Sí, quiero’ de nuestras vidas

“Queríamos casarnos en septiembre, ya que es un mes que nos gusta a ambos. Justo coincidió, sin darnos cuenta, con la fecha en la que supimos que íbamos a ser padres. Nos hizo mucha ilusión que dos acontecimientos tan importantes para nosotros coincidieran en el mismo día y mes”.

Un sueño hecho realidad

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“Las invitaciones las realizó Sabela’s y estaban decoradas con ramas de olivo. La organización estuvo a cargo de Montesqueiro, y contamos en todo momento con Chema, nuestra mano derecha antes y durante la boda. Su profesionalidad, cercanía y dedicación desde el primer minuto nos ayudaron a disfrutar plenamente del día.

La ceremonia se celebró en los jardines del Pazo Libunca. Rocío, de Luz Verde, ofició la ceremonia con momentos muy emotivos, mientras sonaba música en directo a cargo del trío Smoke.

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“La entrada de Alberto con su madre y Antón fue acompañada por la canción Can’t Help Falling in Love de Elvis Presley. Yo entré con mi padre mientras sonaba Hallelujah de Leonard Cohen.

Durante la ceremonia, el trío interpretó, entre otras, What a Wonderful World y Perfect de Ed Sheeran. Al finalizar la ceremonia, cantaron No Puedo Vivir Sin Ti de Los Ronaldos”.

Profesionalidad y sabor: la combinación perfecta

“El banquete se celebró en la cúpula de los jardines del mismo pazo. Lo encargamos al Grupo Montesqueiro, quienes se encargaron de todo el servicio.

Para el menú, elegimos: salpicón de bogavante azul y marisco con vinagreta de frutos rojos; solomillo grillé de ternera gallega con aceite de oliva virgen y flor de sal, acompañado de patatas, cebolla caramelizada y tomate pasificado; milhojas de vainilla, caramelo y frambuesas y melón mojito.

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En lugar de una tarta, el personal de Montesqueiro nos sorprendió con una bola inmensa de chocolate, que al romperla reveló los muñecos de novios. Durante la fiesta, también tuvimos una mesa dulce, organizada por Había una vez…”.

Menos, es más: la decoración floral

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“La decoración floral de la ceremonia, incluyendo las flores de las mesas, fue realizada por Magnolia Concept. Optamos por una decoración mínima, ya que los jardines del pazo son tan espectaculares que no queríamos restarles protagonismo. Colocamos cestos de mimbre con flores blancas y verdes”.

Un clásico y un hit actual: la combinación perfecta para nuestro baile

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“Para la ambientación, contamos también con música en directo del grupo Smoke durante los aperitivos. Para la entrada al banquete, el baile y la fiesta de la noche, tuvimos a DJ Dani. La música de entrada al banquete fue Tu Sei de Gabry Ponte, y abrimos el baile con Piano Man de Billy Joel.

Raíces cordobesas para una boda inolvidable

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“A los invitados les regalamos un olivo personalizado con su nombre, encargado en Viveros Criado en Córdoba. Queríamos ofrecer un recuerdo simbólico que cada uno pudiera plantar”.

Vídeo: LobosVideo

Cuestionario Proust para los novios

¿Lo más emotivo?
Las lecturas de nuestros familiares y amigos en la ceremonia.

¿Lo más emocionante?
Entrar en la ceremonia del brazo de mi padre y ver a Alberto esperando con nuestro hijo Antón en brazos, rodeados de todas las personas queridas. Un sueño hecho realidad.

¿El mayor desafío?
La distribución de las mesas fue un desafío, pero ¡qué divertido fue armar el puzle!

¿Lo inolvidable?
Tener a toda nuestra familia y amigos celebrando con nosotros fue indescriptible. Ver a nuestras abuelas, especialmente a la de Alberto con sus noventa y cuatro años, fue un momento que atesoraremos siempre.

¿Lo más divertido?
Cuando todos nuestros invitados nos regalaron una coreografía ensayada. ¡Nunca lo habríamos esperado!

¿Lo que llamó más la atención?
La combinación del pazo, la comida y la música en directo.

¿Lo que más gustó a los invitados?
El cóctel con la música en vivo de Smoke. ¡Desde el primer acorde consiguió que los invitados no parasen de bailar! Fue una manera increíble de empezar la celebración y crear un ambiente de alegría y diversión.

¿Una anécdota?
Cuando a media mañana, mientras nos preparábamos en la habitación del pazo, el catering de Montesqueiro nos sorprendió con una bandeja de aperitivos y bebidas. Fue un detalle inesperado que nos permitió brindar con nuestros seres queridos, aliviando los nervios y llenando la habitación de risas.

¿Un viaje?
Nuestra luna de miel por Vietnam y Koh Samui (Tailandia), organizada por El Corte Inglés. Nos apetecía mucho conocer Asia, así que nos recomendaron Vietnam y Tailandia para esa época. Pasamos doce días explorando Vietnam y los últimos tres días disfrutamos de un merecido relax en Koh Samui, donde hicimos playa y buceo.

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