© Gtres  /

Solo hay que fijarse en los estilismos que lucen Carlota Casiraghi y Carolina de Mónaco para darse cuenta que el armario de Mónaco sería el armario perfecto para cualquier invitada. Ficha los “looks” que te proponemos y sé la invitada más estilosa en tus próximos eventos. 

Del Baile de la Rosa a las bodas de la familia Grimaldi, Mónaco siempre ha sido una fuente de inspiración de calidad en lo que a looks de invitada se refiere. Y es que si la elegancia en las francesas es innata, en las monagescas es de otro nivel; solo hay que fijarse en los estilismos que lucen Carlota Casiraghi y Carolina de Mónaco para darse cuenta que el armario de Mónaco sería el armario perfecto para cualquier invitada.

Firmas como Chanel o Giambatista Valli encabezan las elecciones de Carlota y Carolina y es que ambas son grandes preescriptoras de moda. Desde el 1 de enero de 2021 Carlota de Mónaco es la nueva embajadora y portavoz de Chanel. Como ella misma ha contado, “es casi como si hubiera nacido vestida de Chanel”. Su madre Carolina fue embajadora “no oficial” de la maison, ya que mantuvo una estrecha amistad con el káiser de la moda durante más de 45 años. Sus mejores estilismos los firmó Lagerfeld, al igual que algunos de los más elegantes que ha llevado Carlota.

© Getty

Carlota Casiraghi

No cabe  duda de que Carlota Casiraghi es uno de los grandes iconos de estilo de la generación millennial. La hija de Carolina de Mónaco tiene la capacidad para explorar todos los terrenos estéticos y adaptarlos a su estilo personal. Lo demuestran los trajes de chaqueta monocolor que ha llevado en eventos de día, los vestidos largos con plumas, lentejuelas y otros adornos que ha lucido en eventos como el Baile de la Rosa, o los looks frescos y con cierta inspiración boho que ha escogido en eventos más informales.

Pero lo cierto es que donde más destacan los outfits de Carlota es en las alfombras rojas, el mejor momento para inspirarse en la joven royal y adaptar sus looks a nuestros estilismos de invitada. Y para muestra un botón. Carlota Casiraghi deslumbró a todos en el Baile de la Rosa de 2018 con un espectacular vestido largo negro de corte asimétrico y una estola de plumas blancas en el escote.

© Gtres

Una elección que supone la confirmación de la debilidad de Carlota por los diseños de Anthony Vaccarello, pues el cuerpo pudimos verlo en el desfile de la firma de la que está al frente, Saint Laurent, para primavera-verano 2018, show al que la propia Carlota acudió. La maison parece haberse convertido en la marca fetiche de la hija de Carolina de Mónaco.

Carlota tampoco defraudó en sus accesorios y una vez más demostró ser una de las princesas más rompedoras; lució un maxipendiente plateado en un lado, pero prescindió de su pareja en el otro. Un tip que puede servir para los looks de invitada que impliquen asimetrías en el escote, de esta manera se resaltará más la parte descubierta del hombro y se dará protagonismo al vestido en el otro lado.

Carlota también nos dejó inspiración en el beauty look. Además de resaltar la jugosidad de su piel, la Princesa potenció su mirada con un smoky eyes que combinó con un labial rojo.

Aunque para el pelo suele preferir la melena suelta en el día a día, en las ocasiones especiales arriesga con peinados muy especiales y juveniles que no pasan desapercibidos como esta cresta trenzada con volumen en la zona frontal, que definía su rostro, lo despejaba y le aportaba luz.

© Gtres

En clave floral

Una boda al aire libre y en un entorno mediterráneo significa look vaporoso y, a ser posible, de estampado floral. Esta fue la elección de Carlota Casiraghi para la boda que su hermano Pierre celebró con Beatrice Borromeo en la casa de los Borromeo en las islas del Lago Maggiore. Una boda ultrarromántica y con cierto aire bohemio; algo que marcó los estilismos de los asistentes.

Para la ocasión, Carlota escogió un vestido de Gucci en tonos verdes y morados que podrá inspirar tus bodas otoñales. Se trata de una pieza atemporal y con un corte muy favorecedor, pues su escote en V y sus mangas con volantes estilizan la figura llegando incluso a sumar centímetros a la estatura. Un diseño que escapa de los encajes y el artificio del que muchas veces se abusa en las bodas y que convierte a la nieta de Grace Kelly en la invitada mejor vestida.

Para realzar el estilismo, y como únicas joyas del look, la Princesa escogió unos maxipendientes de brillantes que daban luz a su rostro e iban a conjunto con la pulsera. Como broche al outfit, Carlota lució unas sandalias discretas en tonos marrones y de tacón ancho para disfrutar con comodidad de la fiesta; las combinó con el clásico bolso Soho —también de Gucci— en color verde caqui.

© Gtres

Carolina de Mónaco

La consagración de Carolina de Mónaco como icono de estilo viene de lejos. Su capacidad para influir con sus estilismos se remonta a sus primeros años de juventud; siendo hija de Grace Kelly, convertirse en un referente dentro de la industria parecía algo inevitable. Pero si hay un terreno en el que su estilo ha trascendido es en el de las bodas y eventos. La facilidad con la que compone outfits que acaparan todas las miradas ha conseguido que sus looks inspiren a mujeres de todo el mundo. En especial a las invitadas mayores de 50 años que encuentran en sus looks las claves para acertar —y deslumbrar— en cualquier evento.

Carolina de Mónaco sabe elegir a la perfección el modelo para cada ocasión, así lo hizo en la boda de los príncipes Guillermo y Estefanía de Luxemburgo. La hija de Grace Kelly apostó por un vestido en tono nude con detalles de pedrería; un diseño de Chanel que, como buena parte de las elecciones de Carolina, 12 años después no ha pasado de moda. El tocado con rejilla, accesorio royal por excelencia, eleva la elección. Madrinas de 2022, si hubiese que elegir un look perfecto para las bodas de primavera, sería este.

Para sumar al look pero no hacerlo pecar de recargado, además del tocado Carolina escogió unos guantes largos que aportaban sofisticación y que pueden ser un gran aliado para las bodas otoñales. Como calzado, unos stilettos Loboutin en el mismo tono que el vestido lograban un efecto “piernas largas” y aportaban elegancia al conjunto sin dejar de ser una opción cómoda para bailar y celebrar durante toda la boda. Carolina de Mónaco, al igual que su hija, es fiel defensora del “menos es más” por lo que en esta ocasión remató su estilismo con tan solo un brazalete dorado y unos pendientes de botón en los mismos tonos.

El beauty look de Carolina en esta ocasión también puede servir de inspiración a la hora de lucir un aspecto natural. La Princesa no arriesgó con su maquillaje y lució una sombra de ojos en tono nude que combinó con un color rosa empolvado a modo de labial. Tampoco lo hizo con su peinado, un sencillo recogido bajo se escondía tras su tocado y dejaba su rostro libre.

© Getty Images

El toque naíf

Aunque tuvo una inquebrantable amistad de 45 años con Karl Lagerfeld, el diseñador nunca aconsejó a Carolina en cuestiones de moda. Aun así, la hermana de Alberto de Mónaco sabía cómo llevar a la perfección sus diseños, escogidos para las grandes galas. Así lo hizo en el Baile de la Rosa de 2018, una fiesta en la que las royals de Mónaco dan siempre lo mejor sí.

De nuevo de Chanel, Carolina fascinó a todo el mundo en la edición de 2018 con este diseño de la colección primavera-verano de corte midi en rosa palo adornado con detalles de volantes que combinó con un llamativo collar con forma de estrella y unos pendientes de perlas a juego con el anillo y la pulsera.

La Princesa favorita del Kaiser —quien estuvo al frente de Chanel más de tres décadas— tiene gran facilidad para interpretar las piezas artesanales de la Alta Costura (a las que solo tienen acceso las clientas más exclusivas del mundo) y prueba de ello es la exquisita colección de vestidos vintage firmados por su gran amigo Karl Lagerfeld; diseños que selecciona con delicadeza para hacerlos pasar a la historia.

¿Te gustaría que contáramos tu boda? ¡Escríbenos!