Cristina & Diego: ‘we said verbena’

21 Jul 2022 | SOCIEDAD

Cristina y Diego se conocieron en Ortigueira, de donde es él, y a donde ella llegó a vivir en el año 99. Fue en el 2005, a través de amigos comunes. Durante un tiempo su relación fue de amistad, pero finalmente se enamoraron, y ya no se separaron hasta hoy. Tras más de 10 años juntos, sabían que era el momento de dar el paso y decidieron hacerlo con una buena verbena.

LA NOVIA

Vestido: Sara Lage

Alianzas: Joyería Jesús Manuel

Pendientes: Swarovski

Calzado: Ana Polo Shoes

Ramo: Alba Floristería

Peinado y maquillaje: Salón Marina Allegue

 

EL NOVIO

Traje, corbata y camisa: Javier Alfonso

Zapatos: Roberto Verino

Gemelos: Scalpers

Reloj: Massimo Dutti

Calcetines: Socketts

El vestido de la madrina era de Catycris y el padrino eligió traje de Javier Alfonso. Los pajes lucieron vestidos hechos a medida por la modista de confianza de la familia, con diseño realizado por la novia. Beatriz, la hermana mayor de la novia, deslumbró con vestido verde de Blanca Martín y tocado de Sonsoles Corredoira. La madre, Eva, eligió top y falda de Panambi y sandalias de Zara y Laura, la hermana pequeña de la novia, vestido de Cho Atelier.

La boda se celebró en el Pazo de Xaz y la ceremonia la ofició Lucía Veiga, de Luz Verde Eventos. De toda la organización y de todos los detalles se encargaron los novios. “Disfrutamos mucho del proceso, de cada cita con los proveedores, de cada avance…”, nos cuenta Cristina.

La canción de entrada al banquete fue It’s not unusual, de Tom Jones. Todo en la boda tenía un hilo conductor en torno a la temática de la verbena tradicional. Las guirnaldas de luces y los pompones de colores le dieron el toque festivo a la ornamentación de la zona exterior del salón. El diseño de la papelería (invitaciones, minutas, carteles…) seguía la misma línea.

La música de la ceremonia la interpretó Más Music. El catering lo realizó Catering Alborada y el servicio de coctelería: Cousa Rica Cocktail Bar. La decoración floral estuvo a cargo de Alba Floristería.

“No queríamos abrir el baile cómo tal, así que bailamos durante 15 segundos el Vals de las Mariposas (la gente no podía estar más descolocada) y, acto seguido, fuimos a buscar a la barra unas probetas con chupitos para todos los invitados, que repartimos al ritmo de Baila Conmigo”.

 

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